Los Tribunales alemanes condenan a un padre por la descarga ilegal de un libro que realizó su hijo menor de edad; el padre intentó defenderse alegando que en el momento de la descarga que no estaba en casa, pero quienes sí estaban era su mujer y su hijo.

Habiendo quedado acreditado que la descarga la realizó el hijo de 11 años, el juez condena al padre al pago de 956 euros  por falta de educación contra la piratería, entendiendo que el comportamiento del padre ha sido imprudente.

En nuestro país no se ha dictado hasta la fecha una sentencia de este tipo, todo es esperar.